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Para mejorar el comportamiento energético de un edificio se deben aprovechar al máximo las condiciones climáticas de su entorno y hay que disponer de unas instalaciones que hagan un uso eficiente de la energía. Se trata de realizar una actuación combinada de sistemas de aislamiento activos y pasivos:

Sistemas de aislamiento activos:

- Agua caliente sanitaria con bomba de calor.

- Bombas de calor para la climatización de viviendas.

- Calderas.

- Ahorro de energía en iluminación.

- Ascensores eficientes.

Sistemas de aislamiento pasivos:

- Aislamiento de cubiertas.

- Estanqueidad y eliminación de puentes térmicos.

- Aislamiento de cerramientos.

- Carpintería exterior con rotura de puente térmico y vidrios de doble acristalamiento, de baja emisividad y control solar (reducción de la transmitancia térmica).

- Sistemas SATE y sistemas de inyectados en cámaras de aire.